El dolor de por vida y las innumerables operaciones resultantes de las graves lesiones sufridas en un horrible accidente de autobús en 1925, así como innumerables enfermedades, dejaron a Frida postrada en cama durante gran parte de su tiempo.

La pieza fue pintada en 1945 después de su última enfermedad, cuando quedó demacrada y desnutrida. A Kahlo se le recetó lo que ella consideraba una dieta de "alimentación forzada" de alimentos en puré que engordaban, proporcionados directamente cada dos horas.

La pintura representa a Kahlo postrada en cama, con lágrimas en los ojos, acostada en el paisaje sin vida del desierto, "iluminada" tanto por la luna como por el sol. El sol en la mitología azteca significa sacrificio humano, Kahlo siente que de alguna manera ha sido sacrificada.

La luna representa la feminidad, tal vez la feminidad arrebatada por sus varios abortos espontáneos, otro resultado del cruel accidente en su adolescencia. Ella yace debajo de sábanas blancas de hospital adornadas con formas de vida microscópicas, que simbolizan las implacables infecciones que atacaron su cuerpo.

Incluso en 'Autorretrato con collar de espinas y colibrí', 1940, la expresión de Kahlo es serena, como resignada y tolerante al dolor.

En Sin Esperanza, sin embargo, toda esperanza y tolerancia parece haberse esfumado. Sus brazos están sujetos bajo las sábanas, dejándola impotente para controlar su destino. Sobre su cuerpo se cierne un enorme embudo que alimenta su boca, un mórbido cóctel de cabezas de pescado, cadáveres chorreantes y otros alimentos macabros apilados y desbordados desde la parte superior.

El gran caballete de madera construido por su padre para que Kahlo pudiera pintar mientras estaba postrada en cama se ha convertido en el marco que sostiene el embudo que la alimenta.

Sentado encima de la pila de comida pútrida hay una calaverita de azúcar mexicana tradicional con el nombre de Frida en la frente, de acuerdo con la tradición mexicana del Día de los Muertos para honrar a los que han fallecido.

Esta es otra clara ilustración de la situación desesperada de Kahlo. En la parte posterior de la pieza están inscritas las palabras: "No me queda la menor esperanza... todo se mueve en sintonía con lo que contiene el vientre".